Fabicarne,en la actualidad, es una empresa comprometida con el buen hacer, tratando de complacer a todos sus clientes y,del mismo modo, tratando de cuidar a cada uno de sus trabajadores y al medio ambiente. 

Pionera en el apoyo de la mujer en el ámbito laboral, ya que una de nuestras fundadoras es una gran mujer, Gloria, que apoyaba y ayudaba a su marido en su negocio, trabajando de sol a sol. Actualmente,en la empresa hay un total de 57 trabajadores, de los cuales 24 son mujeres. 

Gracias al esfuerzo y a la dedicación puesto por todas las generaciones que han cogido las riendas de la empresa, Fabicarne ha conseguido abrirse mercado a nivel internacional en los diferentes continentes trabajando en Europa, Asia y África. Además de trabajar con grandes empresas del sector gastronómico a nivel nacional.

Enrique Díaz Enrique Díaz, 1927

Nuestra historia comenzó en 1927 con Enrique Díaz que dedicó toda su vida a la casquería, tripera y carnicería. Después de fallecer a los 42 años y seguidamente su mujer Ángela a los 49 años, el negocio quedó repartido entre algunos de sus hijos.

Enrique Díaz Fraguas,1948

En 1948 fue Enrique Díaz Fraguas quien cogió el mando de la empresa, ya que desde bien pequeñito su padre le había enseñado el oficio. Cuando este cumplió 15 años acompañaba a su padre a la sierra y le ayudaba a seleccionar el género y a lavarlo en el río.

Sus comienzos en el negocio de la casquería estuvieron centrados en la tripería, pero debido al encarecimiento del plástico, el negocio tuvo una gran crisis que hizo que Enrique junto con su mujer Gloria, tuvieran que viajar a Suiza, donde estuvieron muy valorados y gracias a sus grandes esfuerzos pudieron volver a España junto a sus tres hijos y fundar la casquería Enrique Díaz Fráguas en una galería de alimentación en el pueblo de Vallecas.

Enrique Díaz Duque,1998

En el año 1998 Enrique Díaz Duque conocedor del negocio de la casquería desde bien pequeño decide continuar con el negocio que ya iniciaron su abuelo y su padre pero decide introducir un nuevo producto, el Zarajo, muy típico en Cuenca y así crea la empresa industrias Cárnicas Enrique Díaz Duque SL ubicada en Loeches.

Sus comienzos fueron en una pequeña nave donde se dedicó exclusivamente a  la producción de Zarajos, tanto empeño le puso que se llegó a considerar uno de los productos de mayor calidad del panorama nacional de la época. Mientras tanto,  Enrique no deja de lado el negocio del despojo creado por sus familiares. Crea así Industrias Fabicarne SL dedicada a la elaboración, venta y distribución de productos de casquería, en el pueblo madrileño de Campo real.

Esta nueva industria continúa con la producción de Zarajos y al mismo tiempo comercializa despojos de cordero, vacuno y cerdo de los mataderos distribuidos por la geografía española.

Más tarde, fundó Cárnicas Olympos 2007 SL, dedicada a la exportación de los diferente propios productos congelados.

Enrique con mucho esfuerzo, trabajo y dedicación, ha conseguido que lo que hace años comenzó siendo un negocio familiar,hoy en día se ha convertido en una empresa tanto a nivel nacional como internacional comprometidos con la calidad y servicio a nuestros clientes.

Enrique Diáz Cabrero,2002

Hoy en día, el director comercial de la empresa es también un “Díaz”, el cuarto de las generaciones que se han dedicado a las industrias cárnicas, Enrique Diáz Cabrero, que desde muy pequeño ha estado familiarizado con la casquería.Este comenzó siendo un repartidor que compartía sus descansos desayunando con su abuelo, Enrique Diaz Fraguas, su gran referente.

Actualmente, gracias a su esfuerzo y dedicación ha conseguido que la empresa crezca y se abriera a nivel internacional, además de conseguir colaborar con grandes empresas en el ámbito nacional.

Fabicarne es un claro ejemplo de que con mucho esfuerzo, ilusión, dedicación y ganas se pueden conseguir grandes éxitos.  Sin cada uno de los valientes que se atrevieron a dirigir la empresa no hubiésemos conseguido ni la mitad de todo lo que somos. Gracias a cada uno de ellos, nos hemos llenado de valores, disciplina y, sobre todo, hemos seguido trabajando igual o más que ellos para conseguir llevar a la empresa donde ellos querían haciendo que se sientan orgullosos de nosotros.  y que todo su trabajo mereciera la pena.

No queríamos terminar este post sin dar las gracias a todos los clientes que seguís con nosotros, gracias por confiar en la empresa y en nuestros productos, prometemos no defraudarlos  nunca. 

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