Fabricación de casquería de cerdo. La casquería de cerdo forma parte de nuestra historia culinaria desde hace siglos. Aunque durante un tiempo cayó en el olvido, hoy vuelve con fuerza a los mercados, a las cocinas profesionales y también a los hogares. Y no es casualidad. Su valor gastronómico, nutricional y cultural merece una segunda mirada.

La casquería engloba todas aquellas partes del cerdo que no son consideradas “carne magra”, pero que tienen un uso culinario claro. Hablamos de productos como:

• Orejas

• Manitas

• Morro

• Hígado

• Riñones

• Sangre

• Criadillas

Cada uno de estos productos ofrece una textura y sabor particular, y permite preparar platos tradicionales cargados de carácter. Son productos con alma, y en Fabicarne, ofrecemos los mejores cortes de casquería.

En un momento en el que se habla tanto de sostenibilidad y aprovechamiento responsable, la casquería cobra un valor especial. Utilizar todas las partes del cerdo no solo honra la tradición del aprovechamiento integral, sino que también reduce el desperdicio alimentario.

La casquería no es solo un símbolo de cocina humilde. Es una forma de respeto hacia el animal, hacia el trabajo del ganadero y del carnicero, y hacia el medio ambiente.

Los productos de casquería de cerdo son ricos en hierro, vitamina A, proteínas de alto valor biológico y otros micronutrientes. Consumidos con moderación y bien cocinados, pueden formar parte de una dieta equilibrada y muy sabrosa.

En muchas regiones de España, la casquería de cerdo forma parte de los recetarios de siempre. Callos, potajes, guisos y asados la integran como un ingrediente más. Y lo mejor es que su uso se está reinventando: muchos chefs actuales están recuperando estas piezas en propuestas contemporáneas, elevando su valor en la alta cocina.