La carrillada de cerdo, también conocida como carrillera, es uno de esos cortes que cada vez gana más protagonismo en cocinas profesionales y hogares que apuestan por la cocina con sabor y fundamento. De textura melosa, sabor profundo y enorme versatilidad, es ideal para quienes buscan platos que reconforten y sorprendan a partes iguales.

Te contamos cinco formas de preparar la carrillada de cerdo para sacarle el máximo partido. Si aún no la has probado o si buscas nuevas ideas para cocinarla, este artículo te interesa.

¿Qué es la carrillada de cerdo?

La carrillada es el músculo de la mejilla del cerdo. Al ser una parte muy ejercitada, presenta una fibra muy desarrollada, lo que, tras una cocción lenta, se traduce en una textura increíblemente tierna y jugosa. Es un corte humilde, pero lleno de sabor, ideal para guisos y cocciones prolongadas.

Además, es una carne muy agradecida: admite múltiples preparaciones, desde las más tradicionales hasta versiones más creativas. A continuación, te compartimos cinco recetas con carrillada de cerdo para inspirarte.

1. Carrillada de cerdo estofada al vino tinto

Una de las formas más clásicas y sabrosas de preparar la carrillada. Se cocina lentamente en una base de vino tinto, zanahoria, cebolla, ajo y laurel, hasta que la carne se deshace con el tenedor. El resultado es un guiso lleno de matices, con una salsa espesa perfecta para mojar pan. Ideal para los días fríos o para sorprender en una comida familiar.

2. Al horno con hierbas y verduras

Otra alternativa es asarla en el horno a baja temperatura, acompañada de verduras de temporada y aromáticas como el romero, el tomillo o el laurel. Esta versión resalta los sabores naturales del producto y ofrece una textura melosa por dentro y ligeramente tostada por fuera. Una excelente opción para comidas de domingo o cenas especiales.

3. Carrillada glaseada con salsa barbacoa

Para los amantes de los sabores intensos, esta versión más moderna y desenfadada es perfecta. Se cocina la carrillada a baja temperatura y luego se glasea con salsa barbacoa casera o ahumada. Puedes acompañarla con puré de patata, arroz blanco o incluso servirla desmenuzada en un panecillo tipo brioche. Una receta ideal para una cena informal con amigos.

4. En salsa de mostaza y miel

El contraste entre el dulzor de la miel y el toque picante de la mostaza da como resultado una salsa cremosa y muy sabrosa que combina a la perfección con la textura de la carrillada. Esta receta es perfecta para quienes buscan sabores diferentes, sin perder la esencia casera. Se puede servir con arroz, cuscús o una guarnición de verduras al vapor.

5. Estilo tradicional con patatas

La versión más sencilla y popular. Se cocina la carrillada con un sofrito clásico (cebolla, ajo, pimiento y tomate), un buen caldo y se deja hacer lentamente hasta que la carne está tierna. El acompañamiento estrella son las patatas fritas o panaderas, aunque también puedes optar por arroz o pan rústico. Una receta que nunca falla y que triunfa en cualquier mesa.

Carrillada de cerdo de calidad

Te ofrecemos carrillada de cerdo fresca y seleccionada, ideal para tus guisos, asados o preparaciones especiales. Apostamos por un producto de alta calidad, trabajado con el máximo respeto por la tradición y con todas las garantías de seguridad alimentaria.

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